El papel del acero inoxidable en la industria alimentaria es cada día más amplio. Con el avance tecnológico el sector ha logrado adaptarse a las necesidades modernas, ofreciendo acabados cada vez más resistentes, duraderos y asépticos.

Hoy, la mayoría de las cocinas industriales y domésticas presentan ventajas significativas frente a los equipos convencionales. Para la industria alimentaria las prestaciones del acero inoxidable se traducen en rentabilidad y rendimiento, dos aspectos fundamentales en la producción y manipulación de alimentos.   

El uso del acero inoxidable en la industria alimentaria

Al ser un metal dúctil y maleable, el acero inoxidable puede utilizarse para fabricar una amplia gama de equipos especializados en gastronomía. Recordemos que la industria alimentaria tiene necesidades específicas que deben cumplirse a cabalidad, y entre ellas podemos mencionar el grado de asepsia que deben tener los equipos, además de la eficacia y la funcionalidad correspondiente. 

En este sentido, podemos decir que el acero inoxidable es un material apto para el sector gastronómico, pues optimiza todo proceso de mantenimiento y se adapta fácilmente a condiciones extremos de calor y frío.

Por eso es que en la actualidad, el metal se utiliza para fabricar cocinas industriales y domésticas, cubiertos, planchas, freidoras, vitrinas expositoras, y otra gran variedad de equipos indispensables para el sector. 

La importancia del acero inoxidable en la manipulación de alimentos

A diferencia del cobre y el hierro, el acero inoxidable es un material altamente resistente a la corrosión. Por consiguiente, como el metal no se oxida con facilidad, es posible aprovechar sus cualidades para la manipulación de alimentos.  

De hecho, al no disminuir su longevidad, el acero inoxidable ofrece prestaciones higiénicas que limitan la contaminación e incrementan el rendimiento en las áreas destinadas a la producción alimentaria.

El proceso de mantenimiento también suele ser fácil de llevar a cabo en la maquinaria pertinente. Las superficies lisas (propias de un material no poroso), optimizan dicho proceso de limpieza y mantienen el área desinfectada el mayor tiempo posible.

Todas estas características hacen del acero inoxidable un material apto para el procesamiento de alimentos, ya que el metal contribuye en el suministro de alimentos y sustancias no contaminadas.

El tipo de acero utilizado en la industria alimentaria

Si bien el tipo de acero a utilizar depende de su aplicación, toda aleación presenta una alta resistencia mecánica y una elevada durabilidad y elasticidad en comparación con otros materiales. 

Es por ello que el acero inoxidable puede emplearse para fabricar equipos industriales y domésticos, en los que también destacan las láminas, los tubos y las barras complementarias.

Para garantizar la eficacia y la salubridad en la maquinaria, la industria opta por el acero inoxidable 304 y 316, ya que la característica principal es la adición del cromo a 10,5% en ambos tipos de acero.

•  Acero inoxidable 304: Contiene hasta un 24% de cromo y otros elementos esenciales como el níquel, el carbono y el manganeso. Estamos hablando de una aleación de acero con propiedades anticorrosivas que facilita la fabricación de utensilios y otras herramientas.
•  Acero inoxidable 316: A diferencia del acero 304, al 316 se le adiciona un 3% de molibdeno para aumentar la resistencia al cloruro y lograr acabados más lisos, lo cual es ideal para la manipulación de carnes y alimentos bajos en sal.
• Acero inoxidable dúplex: Otro tipo de acero que suele utilizarse en la industria es el cotizado acero inoxidable dúplex; un material microestructura bifásica especial para temperaturas altas y para la manipulación de alimentos viscosos.

Cuál es la mejor aleación para la conservación de alimentos?

En líneas generales, el acero 315 tiende a ser la mejor opción para la maquinaria destinada a los servicios de catering. Su capacidad para resistir la sal y el ácido de los cítricos lo convierten en un material idóneo para la restauración y conservación de alimentos.

Sin embargo, independientemente del acabado, es importante optar por superficies poco rigurosas que optimicen el proceso de limpieza y reduzcan el riesgo de agrietamiento y deterioro.

Ventajas del uso del acero inoxidable en la industria alimentaria

Tomando en cuenta la versatilidad y rentabilidad del material, podemos decir que las ventajas del uso del acero inoxidable en la industria alimentaria se resumen de la siguiente manera:

• Resistencia: Mantiene su forma a pesar de estar expuesto a temperaturas extremas. El material simplemente no se corroe ni se altera debido a los cambios drásticos de temperatura.
• Fácil fabricación: Su ductilidad y aleación permiten un moldeado acorde y en función del producto en desarrollo.  
• Asepsia: Al ser un material no poroso es posible limpiarlo con facilidad, y al no sufrir degradación en su composición química, los alimentos conservan sus propiedades organolépticas sin sufrir indicios de contaminación.

Requisitos de seguridad en la fabricación de productos en acero inoxidable

La FDA (Food And Drug Administration) estipula que:

• Toda maquinaria debe construirse con materiales resistentes a la corrosión.
• El uso del zinc, en comparación con otros elementos, debe limitarse considerablemente ya que el material no es resistencia a la acción corrosiva de los alimentos y químicos empleados en el mantenimiento del equipo.
• Los materiales plásticos y reforzados con resina deben resistir la abrasión durante el proceso de ensamblaje.
•  Se prohíbe el uso del metal galvanizado para complementar el equipamiento en cuestión.

Dicho esto, todo fabricante debe respetar cada requisito y adicionalmente, recordar el reglamento estándar de la industria alimentaria con el fin de evitar complicaciones durante la fabricación de productos y la manipulación de alimentos.  

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